En el Instituto Jalisciense de Cancerología vivimos una jornada muy especial con la realización de nuestro 3er Curso de Tanatología, un espacio que, más allá de la formación profesional, tocó fibras profundas y nos recordó por qué hacemos lo que hacemos. Recibimos con entusiasmo a especialistas en tanatología que, con gran sensibilidad, compartieron su experiencia y saberes para ayudarnos a construir un enfoque más humano en la atención oncológica. Porque el cáncer no solo se enfrenta con tratamientos, también con empatía, contención emocional y acompañamiento real.
La tanatología nos enseña a mirar el dolor con respeto, a estar presentes en los momentos más difíciles y a brindar herramientas para transitar procesos complejos con dignidad. Es una disciplina que complementa y potencia el trabajo de nuestras médicas, médicos, enfermeras, trabajadoras sociales y psicólogos.
Desde nuestro instituto creemos firmemente que ningún esfuerzo es suficiente si no se trabaja en equipo. Por eso, formar equipos interdisciplinarios comprometidos con el bienestar físico, mental y emocional de nuestras y nuestros pacientes es parte de nuestra misión diaria. Este curso no solo nos deja nuevos aprendizajes, sino también el impulso para seguir avanzando en la construcción de un modelo de atención integral que abrace, escuche y acompañe.
Porque en Jalisco, la lucha contra el cáncer también se da desde el corazón.
